Día de las Madres
El viernes 09 de
mayo de 2014, el Centro Teresiano de
Capacitación Laboral “Enrique de Ossó” - Biruaca, celebró el Día de las Madres.
Toda la actividad se desarrolló en el salón de usos múltiples, ya que la lluvia
abundante y fuerte todo el día, impidió que se usara la cancha deportiva para
algunas de las actividades previstas. La lluvia en medio de este fuerte verano –
sequía, bendijo a todos y a todas las Madres, en especial a las que hacen vida
en el Centro Teresiano.
A las 2:00pm inició
la celebración con las palabras de la Hermana María Purificación Ibarra stj, quien
además de discernir, reflexionar e inspirar
en torno a la letra del Salmo 139, cantó con su bella voz la canción “El
Profeta” e invitó a los presentes a que hicieran lo mismo.
El amigo Guillermo, allegado
a la Familia Teresiana, dedicó una serenata a la Madres haciendo arreglos e
improvisando algunas canciones, y el Facilitador Leoncio Castro, las puso a
bailar, jugar y a divertirse un ratito.
Antes de finalizar
la celebración, se le entregó a cada Madre del Centro Teresiano, un cotillón de
comida donado por Empresas Polar, Sucursal Biruaca. ¡Gracias, muchas gracias!
Se les deja las palabras de la Hermana María Purificación Ibarra stj, el audio para escuchar/descargar la canción "El Profeta" de su voz, las imágenes de la actividad, además con motivo del V Centenario de Teresa de Jesús (1515-2015), se ofrece la letra de la canción y el video (con letrilla) "Peregrina del Amor" presentada por la Provincia de Paraguay en el V ECAM.
Palabras de la Hermana María Purificación Ibarra stj
Celebración Día de la Madre
“Cuando decaiga mi
ánimo, Virgen Poderosa, ruega a Jesús
por mí.” (Enrique de Ossó).
Muy queridos todos, todas, muy querida, muy querido tú, hermano,
hermana que me escuchas. Al reunirnos esta tarde para celebrar el día de
la Madre, he pensado mucho, he orado mucho, para sentir la sintonía-la comunión
con todos-todas y cada uno de ustedes; aquellos con los que más o menos nos
encontramos de lunes a viernes, pero también con aquellos que apenas si nos
hemos visto o tal vez hoy es la primera. Ahí me he encontrado con dos
palabras que respondían al deseo más profundo de mi corazón. ¿Cuáles? La primera HIJOS, todos somos hijos de
Dios. Dios que es Padre-Madre de todos y
cada uno. De ti, de mi…Él nos ha engendrado a la VIDA.
SALMO 139
Sí, “Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno
de mi madre. Te doy gracias por tantas maravillas que Tú has ejecutado; en
efecto, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe”. Señor, tú me examinas
y conoces, sabes si me siento o me levanto, tú conoces de lejos lo que pienso. Ya
esté caminando o en la cama me escudriñas, eres testigo de todos mis pasos. Aún
no está en mi lengua la palabra cuando ya tú, Señor, la conoces entera.
Me aprietas por detrás y
por delante y colocas tu mano sobre mí. Me supera ese prodigio de saber, son
alturas que no puedo alcanzar. ¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde huiré
lejos de tu rostro? Si escalo los cielos, tú allí estás, si me acuesto entre
los muertos, allí también estás. Si le pido las alas a la Aurora para irme a la
otra orilla del mar, también allá tu mano me conduce y me tiene tomado tu
derecha. Si digo entonces: "¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la
luz se haga noche sobre mí! “Más para ti ni son oscuras las tinieblas y la
noche es luminosa como el día.
Pues eres tú quien formó
mis riñones, quien me tejió en el seno de mi madre.
Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe.
Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en el secreto, o bordado en lo profundo de la tierra. Tus ojos veían todos mis días, todos ya estaban escritos en tu libro y contados antes que existiera uno de ellos.
Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe.
Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en el secreto, o bordado en lo profundo de la tierra. Tus ojos veían todos mis días, todos ya estaban escritos en tu libro y contados antes que existiera uno de ellos.
¡Tus pensamientos, Dios,
cuanto me superan, qué impresionante es su conjunto!
¿Pormenorizarlos? Son más que las arenas, nunca terminaré de estar contigo. ¡Ojalá, oh Dios, mataras al malvado y se alejaran de mí los sanguinarios, arman maquinaciones en tu contra y no toman en cuenta tus declaraciones!
¿Pormenorizarlos? Son más que las arenas, nunca terminaré de estar contigo. ¡Ojalá, oh Dios, mataras al malvado y se alejaran de mí los sanguinarios, arman maquinaciones en tu contra y no toman en cuenta tus declaraciones!
Señor, ¿no debo odiar a los
que te odian y estar hastiado de los que te atacan? Con un odio perfecto yo los
odio y para mí también son enemigos. Examíname, oh Dios, mira mi corazón, ponme
a prueba y conoce mi inquietud; fíjate si es que voy por mal camino y condúceme
por la antigua senda.
Es importante, al celebrar
“el día de la Madre” evocar, reconocer a Dios, como Padre-Madre y escuchar su
voz.
“Examíname, oh Dios, mira mi corazón, ponme a prueba y
conoce lo que siento”. Vamos a proclamar nuestra fe en esa filiación, y a
expresar la resonancia que suscita en
nuestro corazón, a través del canto del PROFETA.
La segunda palabra
con la que me he encontrado, es la palabra HERMANOS. El reconocer “LA
PATERNIDAD-MATERNIDAD” de Dios, supone reconocer “al otro” como hermano y
tratarlo como tal, con respeto y valoración de su persona.
Diferentes unos de otros pero siempre hermanos. Y ahí, es
importante también en el día de “la Madre”, examinar mi fraternidad.
Jesús-Jesucristo-Dios que se encarna para redimirnos, para salvarnos de la
distancia abismal que habíamos interpuesto por el pecado… sus méritos son
infinitos y suficientes para todos.
Sólo que no nos impone, simplemente nos los ofrece y a la vez nos
muestra el camino; Él nos dice: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” “… El
que venga a mí no tendrá hambre… ni sed, quedará saciado”. Y Jesús, sobre todo
en la noche de la despedida, pidió al Padre con insistencia: “Padre, que todos sean
uno, como Tú Padre y Yo somos uno?.
Es importante, que hoy, a la luz de la Palabra, confrontemos también
nuestra fraternidad. ¿Hay en mi corazón sentimientos de menosprecio, irrespeto,
división o indiferencia, hacia alguna persona o grupo concreto?. También nos
dice el Evangelio “… si al ir a poner tu ofrenda en el altar ves que tienes
algo contra tu hermano, deja la ofrenda, reconcíliate y regresa a depositar tu
ofrenda”.
Actividad: agrupándonos con las cuatro personas
que tenemos a nuestro lado, compartimos expresiones, actitudes, inquietudes que
observamos denotan irrespeto o exclusión, ya sea en el plano político,
religioso, social, familiar. No nos olvidemos, específicamente, de lo que
respecta a la Persona de la Virgen María. Lo anotamos y lo entregamos.
Terminamos nuestra oración pidiendo ayuda a Jesús para que limpie
nuestro corazón y podamos celebrar con gozo el Día de la Madre.
Ten piedad Señor ten piedad, soy pecador
ten piedad. (bis)
Y de mí, Cristo apiádate, contra ti yo
pequé. (bis)
Ten piedad Señor ten piedad, soy pecador
ten piedad. (bis)